Con un clima privilegiado durante todo el año, en el que sus inviernos son templados y sus veranos cálidos, el municipio que alberga esta capital, ha crecido abierto al mar, con un sol brillante que ha bañado con su luz los campos del interior, todo su litoral y los vestigios que de las culturas más remotas, hicieron de Almería, un lugar donde perderse.